jueves, 29 de octubre de 2009

ÉL SABE

ÉL SABE


Él sabe…

Y eso cambia todo

Como cuando se alumbra la misma escena

Con un distinto tono de luz

Y tú llorabas…

Escondiéndote en las noches

Sin distinguir esperanzas

Suplicando al olvido llevarse

tu angustia y debilidad

Te perdías a ti misma

Entre tus propios pensamientos

Pero no sabías que Él sabe

Y eso cambia todo…

Como cuando se alumbra la misma escena

Con un distinto tono de luz

Y fuiste presa…

De temores agobiantes

Y de sarcásticas burlas

De lo que asumiste el destino

Irremediable y atroz

Como ave indefensa y sola

Ante su cruel depredador

Porque no recordaste que Él sabe

Y eso cambia todo…

Como cuando se alumbra la misma escena

Con un distinto tono de luz

Casi te rindes…

Así oculta en tu silencio

En las tinieblas que causaste

Al cerrar tus ojos errantes

fugitivos de las sombras

Por poco sucumbes de miedo

en agonía voluntaria

Y es que aun no creías que Él sabe

Y eso cambia todo…

Como cuando se alumbra la misma escena

Con un distinto tono de luz.

“… Porque su Padre SABE lo que ustedes necesitan

Antes de que se lo pidan”

Jesús. Mt. 6:8


Becky Son


A: Poesías Aspirantes de Becky Son, Guatemala 29 de Octubre 2,009.

lunes, 31 de agosto de 2009

Un inolvidable sueño


(Por Becky Son)

Caminaba por la orilla del mar mas cristalino que mis ojos han visto, podía sentir la arena blanca tan suave y las pacíficas olas jugueteando con mis pies. Llevaba un vestido blanco, de algodón fresco, y me invadía una sensación de paz y confort inigualables.

Empecé a cantar integrando mi voz a la brisa y al viento, en una armonía perfecta en la que toda la maravillosa creación que me rodeaba y mi pequeño corazón ensanchado de gozo… nos entregábamos en adoración al Dios Soberano:


“El-Shaddai…El-Shaddai…El-elyon Na Adonai

Eres el mismo de ayer, en tu nombre hay poder

El-Shaddai… El Shaddai… Erkamka Na Adonai

Te alabaré y te exaltaré… El-Shaddai”


Más allá de cantar con mi voz, cantaba con todo lo que soy, sin pretender impresionar, en absoluta libertad. Cantaba con una dulzura y serenidad tan perceptibles para mis cinco sentidos, que casi no podía creer que había sido un sueño, cuando desperté en mi cama al amanecer.


Cuando yo he tenido un sueño extraño o espectacular, mi primera tendencia ha sido pensar que probablemente se ha debido a una indigestión por los frijolitos de la cena, la última película que vi, o a una fiebre. Esa mañana sin embargo, me desperté con la inquietud de que si Dios quería hacerme entender algo especial, no debería evadirlo, y como ni siquiera sabía qué significaban las frases de aquella canción, me dispuse a investigar y esto encontré:


El-Shaddai: Dios Todopoderoso que sustenta a su pueblo. (Génesis 17:1-3)

El-Elyon Na: Dios Altísimo, supremo (Génesis 14:17:22)

Erkamka Na: Te amaremos (Salmo 18:1)

Adonai: Amo y Señor (Salmo 8)


El conocidísimo canto El-Shaddai, de Michael Card y John Thompson, destaca características de Dios que a veces tendemos a olvidar: que El es tan poderoso para abrir un camino en medio del mar, tan compasivo para levantar al abatido, tan abnegado en su amor por nosotros, para llevar a cabo un plan de reconciliación perfecto aun a costa de su propio dolor. Y en esa majestuosa descripción de nuestro Creador…un verso en la canción nos reubica en una realidad eterna y maravillosa: “Eres el mismo de ayer, en tu Nombre hay poder”.


¿No es verdad que a veces la rutina de la vida nos distrae tanto que nuestra concepción de Dios va decreciendo gradualmente?, como si El se volviese ajeno, distante, como si las maravillas de su poder estuvieran relegadas a un pasado mitológico que nada tiene que ver con nosotros ya. Sin embargo toda nuestra perspectiva cambia cuando recordamos que el Dios cercano a nosotros hoy, es el mismo autor de las maravillas registradas en la historia, cuya eternidad e inmutabilidad son enfatizadas una y otra vez en la Biblia. Ciertamente entonces, no es un Dios pequeño y es tan alentador estar conciente de ello.


Esa mañana yo no solo desperté de un lindo sueño, mi corazón, mi mente y todo mi ser estaban despertando a la impactante verdad de que mi Padre, es nada menos que El-Shaddai, Todopoderoso, Altísimo y Supremo, y no por ello indiferente, sino a la vez atento y amoroso, cuyo Santo Espíritu sigue encontrando una y otra vez la manera de hablar a nuestro espíritu, en forma personal.


Curiosamente años después de esa mañana, caminando por la Antigua Guatemala mientras buscaba una locación para fotografías, encontré exhibido en una boutique un vestido blanco que me pareció familiar. Entré y me lo probé, ¡era tan liviano y fresco como el de mi sueño! Aunque no encontré la locación que buscaba, mis largas caminatas habían valido la pena, pues me compré aquel vestido, para recordar cantar siempre al oído de El-Shaddai mi Padre, ésta y muchas canciones que exalten su poderío, con la misma convicción y devoción, de aquella vez a la orilla del mar, en un inolvidable sueño.


P.D.: Algunos años después, realicé una traducción al español de ésta canción, tratando de ser lo más fiel posible al original en inglés, en el compacto "En lo secreto", la incluimos en los dos idiomas, he aquí un video, con algunas fotos que me hice con el vestido blanco, aunque no es la Playa de mi sueño, las azules y tibias aguas del lago de Atitlán en Guatemala, evocan en mi corazón su bello recuerdo.






Nota publicada en Periódico Nuevo Tiempo, Edición Agosto 09. Guatemala C.A.
martes, 30 de junio de 2009

Periódico NUEVO TIEMPO publica Notas de Becky

Uno de los mayores regalos que me ha dado la vida, ha sido aprender a leer y a escribir, no fue algo que aprendí en el colegio, pues mi mamá me enseñó en casa desde muy pequeñita, tal vez por eso no me parecía una pesada tarea que obligatoriamente debía realizar, sino un pasatiempo divertido en el que compartía junto a mi mamá, y eso influyó en que me gustara tanto. A los 5 años me inscribieron en primer grado de primaria a pesar de mi edad, porque ya sabía leer y escribir, no se si fue del todo bueno ya que el colegio me aburría mucho. Sin embargo leer todos los libros de cuentos e historias que se cruzaban en mi camino, y luego escribir mis propias aventuras y fantasías, se convirtió desde entonces, en una de mis aficiones favoritas.

Mis padres apreciaban mis iniciativas de escritora, regalándome sus cuadernos que aun tenían hojas vacías, para mi no había juguete mas emocionante, pues dedicaba mucho tiempo a llenarlos de pensamientos, historias, versos, y todo lo que en mi imaginación tenía lugar encontraba una ruta de escape en cada linea de mis cuadernos. Mi papá, que por su trabajo social ha escrito y publicado varios libros y documentos, leía mis escritos con orgullo de papá, pero además con ojo crítico, siempre me daba sugerencias y me enseñaba algo nuevo para mejorar mis redacciones, lo cual generó en mi mucha autoconfianza, pues nunca descalificó mi trabajo, sino me motivaba a mejorarlo creyendo en mi potencial.

Asi fue como mi papá, mi mamá y mis hermanos fueron mis primeros lectores y motivadores, pero el tiempo pasa y a los 18 años salí de mi hogar a buscar mi destino, entonces me di cuenta que habrían otras personas que podían leer mis pensamientos plasmados en un papel, mis notas informales y mis expresiones esparcidas ya fuera del ámbito familiar, fue entonces que tomé la decisión de compartir cuanto pudiera, aunque no escribiera un Bestseller record en ventas, por un solo lector que estuviera dispuesto a tomar lo que tengo para brindar desde mi mundo interior. Así es que, aunque ha habido largas pausas en ésta carrera, sigo escribiendo, motivada por ustedes, todos los que apartan un tiempo para leer mis líneas.

Hoy es un día especial para mi, porque puedo contarles, como una amiga a sus amigos no más, que ahora podré compartir mis notas en el periódico nacional Nuevo Tiempo, un medio con cuyo slogan me identifico profundamente: "Periodismo de principios y valores eternos". Cuando le propuse al director del medio: David Herrera la publicación, me sorprendió saber que había leído mi blog, y que apreciaba mi trabajo. Me sentí agradecida cuando mostró su disposición a abrir el espacio para Notas de Becky mensualmente, por su actitud tan profesional pero a la vez tan humilde.

Recuerdo cuando, conociendo y admirando la labor y difusión periodística de éste medio, le pregunté a David si debería tener un ministerio muy reconocido como para aspirar escribir para Nuevo Tiempo, a lo que él me respondió: "No, de ninguna manera, porque Dios puede hablar a través de alguien aunque no tenga un ministerio muy reconocido". Sin embargo no todos tienen esta oportunidad, ya que el espacio de publicación tiene un límite, y hay un standard de calidad que el medio maneja, por lo que para mí realmente es un gran privilegio, contar con ésta columna a partir de ahora, y la he tomado como una puerta abierta de parte de Dios, para seguir cumpliendo con mi misión (que es la de todos sus hijos), de ser sal y luz del mundo.

Gracias por leer éste post, que no se trata de un artículo o un anuncio solamente, sino de compartir con las personas que me aprecian y aprecian lo que hago, mi entusiasmo y mi sentir personal con respecto a ésta nueva etapa para mis notas.

¡¡Hasta la próxima!!

Becky Son.

miércoles, 18 de marzo de 2009

¡Trágame tierra!

Era mi examen final de educación física, y debía cruzar el pasamanos o escalerilla de un lado al otro. Tenía 13 años y aunque mi cuerpo era delgado mis brazos no podían soportar mi peso, jamás lograba pasar ni a la tercera barra.



Justo en el área en que estábamos, el instituto donde estudiaba tenía en vez de pared una malla por la que cualquiera podía ver desde fuera hacia adentro, y para mi infortunio, alumnos de un instituto para varones cercano, habían salido temprano de clases, por lo que al momento de mi examen había unos quince muchachos haciendo de público desde la malla muy atentos especialmente a ver como las chicas, vestidas con pantalones cortitos (era el uniforme), nos enfrentábamos al desafío.



Mi turno llegó a pesar de desear con todo mi corazón que en ese momento empezara a llover, que al profesor lo llegara a buscar su esposa o su mamá, o que suspendieran las clases por amenaza de terremoto. Pero mientras caminaba hacia el metálico monstruo, de pronto se encendió en mi un coraje que me nacía desde no se donde y que para bien o para mal, me empujaba a hacer cualquier cosa. Me propuse pasar ese pasamanos a como diera lugar.



Subí hasta poder sujetar la primera barra, y me preparé para empezar mi “acrobacia”. Pensé que si me daba suficiente impulso podría lograrlo, así que me columpié con toda la fuerza que pude, mi cuerpo llegó a estar casi en posición horizontal debido al impulso, pero lamentablemente mis brazos seguían siendo mis “débiles brazos”, me solté de la barra, y salí volando. Para no caer de espaldas me dí vuelta como pude “en el aire” en un acto reflejo, y ya casi boca abajo golpeé el fango de polvo seco del suelo con la panza. Cuando me levanté mi uniforme blanco se había vuelto de color café y en ese momento escuché la orquesta de carcajadas mas estruendosa de mi vida.



¡Trágame tierra! Cuantos no hemos dicho eso alguna vez ante un bochorno, quisiéramos literalmente desaparecer del mapa en un instante y volver cuando todo haya quedado en el olvido. Hay sin duda situaciones en la vida difíciles de enfrentar, especialmente aquellas en las que nuestro ego u amor propio ha salido herido, porque nos encantaría que todo lo que hacemos y decimos nos salga bien el 100% de las veces, pero la realidad, es que no siempre es así, es mas, a veces las cosas nos salen realmente mal, o por lo menos no como esperábamos.



Recientemente pasaba por circunstancias difíciles, mucho mas serias que mi aparatosa caída del pasamanos, y me escuché a mi misma diciendo de nuevo "¡trágame tierra! ". No sabía como enfrentarme a las adversidades y hubiera querido desaparecer mientras todas las piezas encajaban nuevamente en su lugar por sí solas. Este nuevo "¡trágame tierra!" escondía mucho más temor e incertidumbre que el de mi caída, pero fue justo a través de él, que mi Abba Padre quería hablarme. ¡Trágame tierra! pensé… ¡trágame tierra! un eco respondió llevándome completamente a una nueva connotación de esta frase, y las siguientes palabras de Jesús llegaron directamente a mi entendimiento:



“De cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto” Juan 12:24



Inmediatamente me puse a buscar lo que significa éste pasaje, para mi gran sorpresa, encontré la siguiente información:



Las semillas de muchas especies habitualmente atraviesan por un período de inactividad o latencia. Durante esta etapa, el embrión mantiene una mínina respiración y es cuando está mejor capacitado para resistir las condiciones desfavorables del medio.

El proceso de germinación, es esencialmente la reiniciación del crecimiento del embrión una vez superado el período de latencia y cuando las condiciones de temperatura, luz, disponibilidad de oxígeno y agua son las adecuadas. No obstante, ciertas especies presentan semillas que aún en condiciones favorables no germinan, se las denomina semillas dormidas. (Fuente).



El panorama no podía ser mas claro para mi, necesitamos morir bajo tierra, para empezar el proceso hacia esa abundante cosecha que nuestro potencial es capaz de producir. Como el grano al ser sembrado pasa por un letargo que le permite resistir las adversidades climatológicas para luego germinar y apropiarse de su terreno, los momentos más oscuros de nuestra vida no tienen por qué significar nuestro fin, pueden ser justo nuestro principio. La crisis puede ser precisamente la que determine que las piezas encajen en su lugar. El mismo pasaje en el siguiente versículo complementa la paradoja diciendo:



“El que ama su vida, la perderá; pero el que desprecia su vida en este mundo, la conservará para la vida eterna.” Juan 12:25 Versión DHH.



El mismo Jesús, ilustró este hecho, cuando murió crucificado, su muerte era necesaria para poder traer la vida a la humanidad. Si nosotros aprendemos a ver nuestra crisis, nuestro amor propio herido, nuestro orgullo por el suelo, como ese letargo del grano de trigo en el que se prepara para hacer brotar su primera raíz, desde la perspectiva de Dios, lejos de parecer que estamos al borde de una tragedia, nos lograremos ver posicionados dentro de un proceso que tiene sentido y propósito y que tiene un fin emocionante y satisfactorio. Nuestro ¡trágame tierra! no será el mismo ¡trágame tierra!, porque será el ¡trágame tierra! de un grano de trigo, que necesita ser sembrado para alcanzar su máxima realización y convertirse en una dorada espiga algún día.



Pero ojo que hay semillas dormidas, aquellas que se quedan en su letargo, que jamás superan esta etapa del proceso, y por lo tanto jamás germinarán, son aquellos granos que jamás comprendieron que en medio de lo difícil que pasamos, es donde aprendemos a sobreponernos a nuestras vulnerabilidades, a renunciar a nuestra propia manera de hacer las cosas, para recibir la guía de Dios, aun cuando eso implique desprenderse de cosas que nos gustan, pero que estorban el obrar de El en nuestra vida. Entonces jamás nos aferremos a ellas impidiendo que el proceso continúe, para que no nos quedemos infértiles para siempre.



Así es pues, mis queridos amigos, espero que éstas líneas aporten algo bueno a su vida, y que sus próximos ¡trágame tierra! (ya sean graciosos como mi panzaso histórico en el instituto, o sean aflicciones en las que es difícil sonreír ) los enfrenten con la humildad de un corazón moldeable para Dios, y una actitud optimista de que todo es parte de un proceso suyo en nuestra vida. Que nuestros "trágame tierra", sean los de un grano de trigo, que necesita morir, para vivir y dar por fin el fruto para el que fue dispuesto desde su creación.

Becky Son
lunes, 16 de marzo de 2009

Becky, una canción en lo secreto (Biografía)

Becky Son, cantautora cristiana Guatemalteca, fue llamada a servir a Dios a los 7 años de edad en un encuentro personal con Jesús que marcó el rumbo de su vida y ministerio. Sus padres cristianos y con aficiones musicales para el canto, piano y guitarra, crearon un ambiente hogareño que fue de gran influencia para el desarrollo de sus habilidades y vocación.



En su natal Quetzaltenango, su primera preparación musical empieza a los 10 años, con la pianista cristiana Clemencia Custodio, quien le enseña a leer e interpretar al piano música de compositores clásicos, como Beethoven, Bach, Haendel, Lizt y otros, así como la himnología cristiana de todos los tiempos. Durante 4 años consecutivos, Becky educó y afinó su oído musical con grandes autores, desarrollando una riqueza melódica que es notoria ahora en sus propias composiciones de estilo contemporáneo.

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domingo, 18 de enero de 2009

Soy un universo...

Estoy viendo introspectivamente...
Leyendo a mi propio corazón
Soy un universo... que no termino de explorar.

Dios es la única persona que me conoce por completo... luego nadie! Ni siquiera yo.
No... no me conozco del todo, de lo que me conozco, no me entiendo del todo, de lo que me entiendo, no todo me convence, de lo que me convence no todo me agrada. Pero aquello que me agrada, es suficiente para estar contenta, agradecida y feliz de ser la persona que soy y de mi belleza exótica (y bastante exótica) interior.

Lo bueno de todo es que aquello que me desagrada, lo que no me convence, lo que no termino de entender...y esos rincones de mi alma que aun no encuentro, pero que existen, me dan razones para seguir descubriendo, entendiendo, convenciendo y celebrando lo agradable, en una irreprimible travesía hacia aquellos continentes in conquistados de mi existencia..

Así que soy un universo… y no me quejo, sino lo disfruto, porque ahora entiendo a aquel ilustre escritor que dijo:

“Mas vale vencerse uno mismo que conquistar ciudades”

Proverbios de Salomón 16:32

Bky Son